Ficha
Serial Experiments Lain.
Género: Animé. Drama ciencia ficción filosófico, depresivo y ¿visionario?
Dirección: Ryutaro Nakamura.
Estudio: Tatsunoko Production (“Gatos Samurai”, “Neon Génesis Evangelion”)
Fecha de emisión Japón: Desde 6 de julio hasta 28 de septiembre de 1998.
por Carlos Andueza
Este verano, durante una noche que mezclaba insomnio, messenger y unas ganas locas de ver algo nuevo y original, un amigo me recomendó la serie con la que he estado rayando la papa heavymente desde entonces. Me aseguró que, después de Neon Génesis Evangelion y Dragon Ball Z, éste era el mejor animé que había visto. Le creí. Me aventuré… y me perdí. Me hundí en el infinito espacio reservado sólo para el inconsciente colectivo y la opresora virtualidad. Mi amigo me lo advirtió, pero yo me rendí ante Serial Experiments Lain.
Toda la serie se desarrolla en 13 capítulos, cada uno de 20 minutos aproximadamente. Y aunque su extensión total y la duración particular de cada episodio constituyan una diferencia explícita con otras animaciones de su tipo, esto finalmente se agradece. Serial Experiments Lain no es un animé que se pueda tomar a la ligera. Es decir, si se busca pasar un rato agradable viendo monitos japoneses, mejor ver otra cosa. Lain es compleja, y se jacta exponencialmente de ello. Sin embargo, sus 13 partes son más que suficientes para transmitir su mensaje.
Básicamente, cuenta la historia de Lain Iwakura, una tímida y silenciosa adolescente de 14 años que vive junto a sus padres y su hermana en los suburbios de Japón. Todo muy normal, hasta que una de sus compañeras de clase se suicida. La muerte de la chica inicia una ola de rumores acerca de un extraño mail que comienza a circular en la red (aquí conocida como Wired, en vez de Internet), supuestamente enviado por ella misma una semana después de su muerte. Este hecho detonará el interés de Lain por los computadores y el mundo que la red esconde, comenzado un viaje que la llevará más allá de la realidad.
La maraña de temas tratados se va enredando más y más a medida que la historia avanza. Puntos sensibles de la sociedad actual son retratados de manera desconcertante y cruda, la mayoría de las veces. La comunicación cara a cara, por ejemplo, que hoy se ve entorpecida por la avalancha de tecnología aislante, es un tópico que se reflejado por las frágiles relaciones que Lain mantiene con su familia y amigos. El progresivo desgaste de éstas y el posterior ensimismamiento de la protagonista recrean una tendencia que, desafortunadamente, resulta cada vez más real.
La seguridad, la valentía y el poder que Lain encuentra en la Wired la atraen hasta el punto de la disociación total con su propia vida. El trastorno de personalidad múltiple y la evasión de la realidad, entonces, se transforman en los problemas más graves que la serie expone. Lain es tímida y retraída en su ambiente cotidiano, mas en el espacio virtual no se deja amedrentar, presentando una personalidad avasalladora, atrevida y hasta psicópata y violenta a veces. Y mientras su popularidad en la red aumenta explosivamente, su presencia en su mundo familiar disminuye de manera considerable.
No obstante, la columna vertebral de la temática desarrollada se despliega en el sector de la filosofía. La escuela del existencialismo filosófico, que el director de la serie, Ryutaro Nakamura, pretendía acercar al público adolescente, es expuesta desde el punto de vista de esta inquietante joven que, insistentemente, hacia el punto culmine de la historia, se cuestiona quién es Lain, qué es Lain. Preguntas que finalmente desencadenan un alud de interrogantes que inexorablemente se trasladarán al espectador, invitándolo a reflexionar y a entrar en el juego virtual que Lain propone.
Serial Experiments Lain es una serie plagada de ruido blanco, de silencios y contrastes. Sobrecargada de cables, de miradas perdidas y sombras perturbadoras. Un mundo animado donde la realidad no se difumina, porque ésta ya es borrosa. Y todo presentado bajo la mirada confusa de una personalidad outsider.
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